O lo que es lo mismo, un espacio en el que dialogar
¿Habéis leído los Diálogos de Platón? Realmente sabían latín estos griegos (que diríamos hoy). Menuda genialidad, poner a dos o más famosos (no penséis por favor en tertulianos, hablamos de Sócrates, Parménides y otros auténticos pensadores) a dialogar para, a través de debates, preguntas y respuestas, ir desarrollando sus teorías.
Claro que esto es como jugar al ajedrez tú solo, es decir, tu contra ti mismo. Claro, siempre ganas. Pero un experto en solving, en coaching o cualquier otra técnica acabada en ing, te lo recomendaría. Es muy saludable, porque sometes tu intelecto a prueba con el tipo más inteligente que conoces, tú (si eres honrado y posees capacidad crítica absoluta).
Y esto es lo que reclamo en este post. La red está llena de librepensadores, de buscadores, de suscriptores, de buscadores de suscripciones.
Veréis, esto es así, si queréis ser escritores (menuda tontería acabo de decir, ya lo sois) corrijo, si queréis llegar a publicar de la manera tradicional, que es el sinónimo de dar a conocer vuestra obra, hacer que llegue al mayor número posible de lectores, estáis OBLIGADOS a crear un espacio como éste, a predicar en las redes para captar fieles, adeptos, curiosos, lo que sea.
Me desmoraliza ver posts, blogs, newsletters que resultan eso, un reclamo, un señuelo para ese pretendido “oyente”.
Por eso querido amigo, te invito en este espacio a realizar aquí un diálogo, para que me permitas hacerte preguntas y me las hagas, recibir respuestas y dártelas. Y si somos dos, tres o cinco mil, eso que ganaremos, aunque es secundario.
Que buen título para una canción ¿en tu blog o en el mío?.
Bueno ¿lo que queremos es vender libros? No, que va. Bueno, sí, Pero no en nuestro beneficio, no, sino en el de la editorial que me otorga su confianza y quiero que siga haciéndolo y de las librerías que se quedan merecidamente con la mayor parte del beneficio y que no queremos que desaparezcan (sobre todo las pequeñas). Y para eso, tienes que estar aquí, tener un espacio, un reclamo, un señuelo.
Pero eso no va conmigo, esto va de conocer gente, personas, mentes, espíritus libres. Y de hacer amigos en este camino que cada uno atravesamos lo mejor que podemos y dónde, como el arriero, nos encontraremos. Y donde la buena gente habla el mismo idioma, se entiende.
Y os aseguro que tengo muy claras mis prioridades, mis principios. Y el día que no lo tenga, cerraré este espacio y dejaré de escribir historias.
Y hablando de historias, os puedo asegurar que desde que he entrado en este mundo de la literatura, la edición, la escritura, he conocido personas de lo más enriquecedoras, y hablo de escritores, de lectores, de familias, de editores… muy interesantes y muy buenas personas. Y esto me hace redoblar esfuerzos y afianza mi fe en el ser humano (me lo oiréis decir mucho).
Por cierto, mis libros rebosan de estas experiencias, valores, principios. ¡Comprobadlo!
No, en serio, si algún día dejo de responder a alguno de vuestras preguntas o sugerencias, recordadme este post.
Eso no pasará.